Un trozo de Telefónica

 

La reciente inversión del 9,9% de Telefónica por parte de STC Group, la compañía de telecomunicaciones de Arabia Saudí, ha generado un impacto estratégico en el corazón del Ibex 35, colocándola como el principal accionista de la empresa fundada hace casi un siglo. Con una inversión de 2.100 millones de euros, STC Group no solo adquiere una porción significativa de la empresa sino que también inyecta una dinámica inesperada en el panorama accionarial de la operadora.

Sin embargo, esta noticia se ve acompañada por otro giro importante: la entrada de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en el accionariado de Telefónica como primer accionista, ha tomado posesión del 10% de la empresa. Este movimiento, que probablemente llevará meses en completarse, cambiará la dinámica accionarial de Telefónica, proporcionando una mayor estabilidad y un mayor peso de accionistas españoles en comparación con inversores extranjeros.

 

La SEPI ha expresado su "vocación de permanencia" en Telefónica, destacando que su participación contribuirá a una mayor estabilidad accionarial y respaldará los objetivos estratégicos de la compañía. Con la SEPI como primer accionista y STC Group como el segundo mayor, Telefónica verá un cambio en su estructura accionarial, alineándose más con los grandes incumbentes europeos.

Este nuevo escenario garantiza que más del 20% del capital de Telefónica estará en manos de inversores españoles, incluyendo a CaixaBank y BBVA, dos accionistas históricos con participaciones significativas. Este cambio refuerza la "españolidad" de Telefónica en un momento crucial en su historia, cuando está a punto de celebrar su centenario y ha lanzado un nuevo plan estratégico.

La entrada de la SEPI también se presenta como un contrapeso estratégico frente a la reciente adquisición del 9,9% de Telefónica por parte de STC Group. Desde el Gobierno español, se destaca la importancia estratégica de Telefónica en ámbitos como las telecomunicaciones, seguridad y defensa. Este movimiento cobra relevancia en un contexto internacional marcado por conflictos geopolíticos y la necesidad de contar con una industria nacional de defensa sólida.

La estabilidad accionarial que aportará la entrada de la SEPI permitirá a Telefónica concentrarse en la ejecución de su plan estratégico a medio plazo y alcanzar sus objetivos financieros. Esta estabilidad también se extenderá al consejo de administración, donde se espera que la SEPI tenga al menos un consejero, junto con la presencia de STC Group.

Finalmente, la dualidad de la inversión de STC Group y la entrada de la SEPI en el accionariado de Telefónica marcan un nuevo capítulo en la historia de la operadora. Estos movimientos estratégicos plantean preguntas sobre el papel futuro de la SEPI en la dirección estratégica de la compañía y cómo se equilibrará la gestión independiente con la influencia del Estado en el accionariado. Mientras tanto, los inversores observarán de cerca el desarrollo de estos eventos que están dando forma a la evolución de Telefónica en un mercado altamente competitivo y cambiante.